Hablar de estimulación temprana está absolutamente ligado a hablar de seguridad infantil en el hogar. ¿Por qué? Porque si son de vital importancia los ejercicios que podamos plantear a nuestros bebés, o los materiales que podamos explorar con ellos, igualmente lo es garantizar tener un espacio adaptado, un entorno seguro que permita a las familias tener seguridad y confianza en que el pequeño estará protegido durante sus primeras fases de desarrollo.
Por eso hoy os quiero hablar de mis imprescindibles para estar tranquila en este tema. ¡Ojo! Hacer uso de estos dispositivos no significa que ya no tengamos que tener mil ojos puestos en el bebé; pero, sin duda, ayudará a adaptar nuestra casa a su presencia, permitiéndole de esta forma explorar y divertirse minimizando riesgos y peligros.
POR QUÉ USAR DISPOSITIVOS DE SEGURIDAD INFANTIL EN EL HOGAR
Los accidentes infantiles son mucho más frecuentes de lo que podamos pensar. Los bebés son rápidos, exploradores y, sobre todo, curiosos por naturaleza… Esto hace que, en ocasiones, puedan poner en entredicho su seguridad en aras de poder experimentar con algo nuevo que han descubierto.
Según un informe de Eurostat, se producen más fallecimientos entre los niños de entre 1 y 4 años como resultado de accidentes, que como consecuencia de sumar las producidas por todas las enfermedades infantiles. Y los accidentes domésticos representan un alto porcentaje de ese total.
Como veis, las cifras son abrumadoras. Por eso, en mi opinión, vale la pena anticiparse y trabajar -al igual que lo hacemos en buscar una cuna adecuada o un carrito que satisfaga nuestras necesidades- en prevenir algunos de los accidentes más habituales que se producen en el entorno del hogar.
CUÁNDO REVISAR LA SEGURIDAD INFANTIL EN NUESTRA VIVIENDA
Si bien muchas familias prefieren hacer este proceso junto con los otros preparativos antes de la llegada del bebé, lo cierto es que en los primeros meses la probabilidad de accidentes domésticos es más reducida en tanto que nuestros pequeños se pasan gran parte de las horas, descansando, en nuestros brazos, o en superficies como camas, mantas o alfombras , pero con un movimiento autónomo muy limitado.
El momento clave para tomar cartas en el asunto sería justo antes de que desarrollen capacidades como el arrastre o gateo, que les permite un movimiento mucho mayor y, por tanto, sacar a relucir todas sus habilidades como exploradores por toda la casa. Como siempre, este momento será antes o después dependiendo del desarrollo de cada bebé, aunque como norma general podríamos hablar del entrono de los 6 meses.
Es en este instante cuando las esquinas, puertas, cajones, enchufes y demás se tornan peligrosas, tanto para dejarles un movimiento de exploración más libre sin percances, como para que se acerquen a curiosear y tocar, con los consecuentes accidentes posibles.
MIS IMPRESCINDIBLES PARA LA PROTECCIÓN DEL BEBÉ EN CASA
Desde mi punto de vista estos son los dispositivos que sí o sí debemos tener en cuenta a la hora de adaptar la casa para convertirla en un entorno seguro para el bebé, ya que son los que ayudarán a que podamos evitar los accidentes domésticos más frecuentes entre los pequeños durante su primer año de vida.
- Para cerrar cajones y puertas – estas cerraduras invisibles que funcionan como imán y permiten que abrirlos y cerrarlos no pueda ser una tarea para niños… Y es que, conviene tener presente que no solo la propia puerta del armario o el cajón pueden resultar peligrosos si el bebé todavía no domina el movimiento de apertura y cierre; si no que muchas veces almacenamos objetos que pueden ser muy peligrosos para ellos: utensilios de cocina, productos de limpieza, cables, etc. Este modelo ofrece una gran ventaja en mi opinión y es que resulta invisible por la parte exterior de la puerta o cajón, por lo que puedes garantizar la seguridad sin sacrificar la estética general.
- Enchufes seguros – uno de los greatest hits siempre son ¡los enchufes! ¿Qué tendrán que les llaman tanto la atención? El método clásico de seguridad han sido los tapones de quita y pon que, siendo sin duda efectivos, resultan bastante molestos para el uso cotidiano. Por eso este sistema me parece un imprescindible: su sistema giratorio permite proteger el acceso de los más pequeños y, a la vez, no complicar el uso del propio enchufe: ¡tenéis que probarlos!
- Ventanas bien cerradas – Válidos para la mayoría de materiales, estos dispositivos autoadhesivos son muy fáciles de instalar y permiten una abertura para ventilación pero insuficiente para que un bebé pueda precipitarse por ese espacio. Y si tu ventana es corredera, ¡también hay alternativa! Es un sistema ajustable que te ofrece una seguridad similar. Y lo que es más… ¡mucha tranquilidad!
- Esquinas y bordes parecen sus peores enemigos cuando empiezan a moverse, ya sea gateando o en sus primeros pasos: las aristas de los muebles y las mesas quedan a la altura de su cabeza y la combinación de su estabilidad aún precaria y sus giros provocan muchos golpes que podemos evitar. Estos amortiguadores para las esquinas son una opción fantástica para evitar esos choques fortuitos; o más bien, para que aunque se produzcan no haya consecuencias ni dolorosas ni significativas… Lo mismo ocurre con estos protectores para los bordes de los muebles (muy útil por ejemplo en la mesita de centro del salón), cuyo acolchado puede absorber los impactos.
- Cuando la televisión no está anclada a la pared, tener un sistema de prevención antivuelco es fundamental, ya que los bebés se sienten especialmente atraídos por la pantalla y, lo más habitual es que intenten cogerla. Una correa de seguridad como esta reduce el peligro de que el televisor se incline hacia delante y pueda dañar al bebé.
- Las puertas son otro de los puntos de tensión constante, ya que, es inevitable que cada dos por tres no veamos el riesgo que hay de que se pillen las manos… Estos graciosos topes de espuma evitan que el cierre se realice completamente y, por ello, que no haya peligro de que ninguna manita se quede atrapada por el movimiento de la puerta.
- Poniendo barreras – Si tu casa tiene escaleras, o alguna zona a la que creas que es mejor que no acceda el bebé (un acceso a un taller con herramientas o una sala de costura, por ejemplo) un sistema de barrera como este puede ser tu salvador. Tiene un cierre a presión que permite manipularlo con una única mano y, a la vez, cuenta con un indicador que confirma que está correctamente cerrada; lo que facilita enormemente su uso.
Recuerda que no se trata de mantener a los bebés en una burbuja de cristal: ¡todo lo contrario! En la medida de lo posible hay que favorecer al máximo su instinto de exploración, ya que, potenciando esta curiosidad es como podemos ayudarle a potenciar su desarrollo al máximo. Pero lo que sí debe recaer en las familias es favorecer que ese entorno esté adaptado a sus necesidades y sea seguro. Por eso creo que estos imprescindibles te ayudarán.
