Hace apenas unos días leía un artículo sobre la coincidencia de los especialistas en infancia en lo importante del papel de la naturaleza y el juego al aire libre durante las vacaciones de verano. Si bien estos elementos son siempre fundamentales, ahora se vuelven imprescindibles tras el confinamiento y la falta de exterior que hemos experimentado.
Para los bebés, experimentar el juego al aire libre y los estímulos que el entorno natural les provee resulta inmensamente favorecedor de cara a su óptimo desarrollo. Al ser tan pequeños y con autonomía limitada, las familias podemos tender a pensar que en un entorno más protegido estarán mejor, pero la naturaleza les aportará múltiples beneficios.
Los beneficios del juego al aire libre para los bebés
Multitud de estudios refrendan los beneficios que bebés y niños obtienen de pasar tiempo al aire libre. Y aunque son muchos para enumerar, sí os puedo destacar los cuatro principales que me parecen más relevantes de cara a los bebés:
- Gracias a estar al aire libre, obtienen de manera natural vitamina D, para complementar el suplemento que se les suele administrar durante el primer año.
- Desarrollan sistemas inmunológicos más fuertes
- Potencian una imaginación más activa y un juego mucho más creativo
- Curiosamente, los bebés y niños que juegan al aire libre suelen mostrar menores niveles de estrés
¿A qué son razones de peso para fomentar más actividad al aire libre con nuestros pequeños?
Cuidados para disfrutar con tu bebé al aire libre
Por supuesto, los bebés no dejan de ser bebés… Eso implica que es necesario tener en cuenta ciertas precauciones y recomendaciones. Por ejemplo, en esta época de calor:
- Aléjate de los momentos de máximo calor. Aprovechando además que los días son más largos, salir temprano por la mañana o a última hora de la tarde puede ser una gran idea que hará que disfrutéis mucho más de vuestro tiempo al aire libre.
- Evita también el sol directo: busca propuestas que se puedan hacer en zonas de sombra.
- Escoge ropa adecuada: ropa liviana y adecuada a esta época que, además, facilite el movimiento. Las prendas de algodón (mejor de colores claros) serán tus grandes aliadas. ¡Y no te olvides del gorrito! Le protegerá en los momentos en los que sí o sí os dé un poquito de sol.
- Acuérdate de la hidratación: lleva siempre contigo una botellita o biberón de agua (si es que ya lo toma) u ofrécele de forma frecuente líquido para beber. Y si son días de mucho calor, también puede ser buena idea una botella con rociador para refrescarle de vez en cuando.
- Durante el primer año los bebés suelen experimentar una fase oral en la que experimentan llevándoselo todo a la boca. Si en el día a día ya debemos tener cuidado, al aire libre hay que estar si cabe un poco más alerta para evitar que pueda chupar o ingerir alguna planta o fruto que no conozcamos o que pueda ser peligroso.
¿Cómo estimular a mi bebé a través del juego al aire libre?
Pasar tiempo al aire libre favorece de forma increíble la estimulación sensorial de los bebés: y es que la naturaleza en cualquiera de sus formas (parques, montaña, playa…) está llena de nuevos sonidos, objetos, plantas, animales y, en general, imágenes para conocer, explorar y tocar.
- En primer lugar, en las excursiones que realizamos con nuestros bebés por la naturaleza, solemos utilizar la forma de porteo: ese contacto prolongado que tienen con nosotros ya es una forma de estimulación física.
- Además, les haremos descubrir nuevos sonidos que les ayudarán a comprender y mejorar su relación con el entorno. ¡Casi todo en la naturaleza será un nuevo estímulo auditivo!: desde el agua que corre por un río, las olas que rompen a la orilla del mar, los pájaros que cantan en las ramas de los árboles, hasta el movimiento de los propios árboles que mecen sus hojas al ritmo del viento.
- Estas incursiones en la naturaleza también nos ayudarán para proporcionarle a los bebés muchísimos estímulos visuales : animales en su hábitat (¡hormiguitas o mariposas pueden ser súper interesantes!), contrastes de luz como el sol pasando a través de las hojas de los árboles…
- Y, en general, jugar al aire libre con los bebés les permitirá explorar y descubrir nuevas sensaciones: sentir el viento y el agua en la piel; conocer el tacto de las flores y la plantas; también descubrir texturas como la de la arena o las diferentes temperaturas que puede tener el agua ya sea de fuente, mar o río, por ejemplo.
ALGUNAS IDEAS PARA JUGAR AL AIRE LIBRE CON LOS BEBÉS
En la naturaleza solo la imaginación es nuestro límite 🙂 Pero aquí os dejo tres ideas muy sencillas de actividades al aire libre que pueden ser súper entretenidas para compartir con los pequeños…
- PASEOS– aunque pueda parecer una opción facilona, resulta una actividad súper completa de cara a nuestros pequeños: de repente, a su alcance, pueden tener un montón de estímulos nuevos con los que poder entretenerse. Eso sí, procura “llevar su ritmo”: aunque no camine, no dudes en pararte si demuestra tener interés o atención por algo que ve. ¡Y muy importante! Vete relatándole todo lo que vais viendo: oírte es un magnífico estímulo auditivo, le facilita el desarrollo del lenguaje y le ayuda mucho a mejorar su relación y conocimiento con lo que le rodea.
- PICNIC– Hacer un picnic al aire libre puede ser una buena idea por muchas razones: por un lado, son muchos los niños que mejorar su apetito al aire libre; así que en un momento en el que se suelen introducir alimentos nuevos y no todos los aceptan del mejor grado, estimularle a comer en un entorno tan atractivo puede tener resultados positivos ¡y sorprendentes! Por otro lado, al extender una manta sobre el suelo puede ser una oportunidad de exploración maravillosa: dejarle descubrir la hierba y lo que se siente al tocarla/pisarla; fomentar que se mueva libremente en un espacio abierto y más amplio que el habitual; descubrir flores y plantas; aprovechar para una siestecita al aire libre…
- JUEGOS DE AGUA– Por supuesto, el verano es el momento perfecto para incluir todas las actividades acuáticas. Algo tan sencillo, e incluso más o menos cotidiano, como las pompas de jabón tiene un plus al experimentarlo al aire libre: verlas moverse en el aire, en el contraste con la naturaleza, jugar a intentar atraparlas con las manos, etc. Según la edad del bebé, y dependiendo de dónde realicemos la actividad (playa, río, campo…) podemos incluir juegos de trasvase con cubos o recipientes pequeños, esponjas, creación de mundos submarinos, etc.
Hay muchas opciones para disfrutar jugando al aire libre con los bebés, aprovechando incluso las actividades más cotidianas. ¡Pero no por ser fáciles dejan de ser igual de beneficiosas para ellos!