El objetivo de Mi Otro Yo y su escuelita es guiar y ayudar a las familias para desarrollar el máximo potencial de los bebés durante su primer año gracias a la estimulación temprana adecuada. Dentro de la estimulación temprana, la estimulación sensorial constituye una base fundamental para el aprendizaje: ¡ahora verás por qué!
¿cuál es la importancia de la estimulación sensorial?
Es importante tener en cuenta que los sentidos (y lo que se recibe a través de ellos) son esenciales para el desarrollo durante la primera infancia. De hecho, hasta que los bebés cumplen los 2 años, se considera que están dentro de la etapa sensoriomotora; es decir, que su aprendizaje se basa fundamentalmente en toda la información que consiguen recabar a través de sus sentidos.
En el primer año de vida, prácticamente todo lo que le rodea al bebé supone un estímulo para sus sentidos: gracias a esta información que percibe a través del tacto, el oído, el gusto, el olfato o la vista se estimula su sistema nervioso con la consiguiente formación de incontables conexiones neuronales que servirán de punto de partida para posteriores desarrollos tanto cognitivos, como motores. Y, de ahí, la importancia de estimular los sentidos.
De hecho, la importancia de la estimulación sensorial es indiscutible en las primeras etapas de la vida; pero resulta también una herramienta fundamental para el trabajo con niños con necesidades educativas especiales y, también, con personas mayores.
detectar el umbral sensorial
Los bebés, al igual que los niños y adultos, no son iguales: cada uno tiene sus ritmos, sus gustos y preferencias. Resulta importante tener esto en cuenta, ya que las actividades sensoriales pueden tener diferentes efectos según quien las practique. Por eso, antes de empezar como locos a hacer actividades sensoriales con nuestros peques conviene que intentemos detectar cuál es su umbral sensorial.
El umbral sensorial está marcado por la cantidad de información que puede recibir un bebé a través de sus sentidos antes de reaccionar, ya sea porque le resulte molesta o le haga sentir irritable. Entender cuál es este umbral será definitivo para poder seleccionar aquellas actividades que sean más afines a sus gustos y le ayuden más a su desarrollo.
Todos tenemos un umbral sensorial diferente: hay quienes se sienten fortalecidos al estar rodeados de muchas personas y quien necesitan la calma para recuperar fuerzas; hay quienes les gusta experimentar con diferentes texturas y a quienes esto les puede dar grima… Por eso, es importante que poco a poco vayas proponiendo actividades a tu bebé y respetes su reacción ante las mismas ????
¿cómo lo hago? 8 ideas de estimulación sensorial
Aquí dejo algunas ideas que se pueden poner en práctica fácilmente para la estimulación sensorial de los bebés durante su primer año:
· 0-3 MESES
– La vista de los bebés cuando nacen es borrosa y ha de irse adaptando poco a poco. Por ello, un buen ejercicio en las primeras semanas es situarte a 20-30 cm y sonreírle. Cuando ya haya pasado el primer mes, puedes complementar la actividad mostrándole objetos en blanco y negro o dibujos geométricos con contraste de color.
– El tacto y el oído son también sentidos fundamentales que trabajan sin descanso en los primeros meses; así que puedes, por ejemplo, usar el cepillo que utilizas para peinarles (que suelen ser muy suaves), para explorar otras partes de su cuerpo haciéndole suaves cosquillas sobre la piel. También, conversa con tu bebé desde el mismo día del nacimiento (¡incluso antes!): tu voz será una actividad realmente estimulante para sus sentidos.
· 3-6 MESES
– Vete evolucionando desde las propuestas de blanco y negro hacia otras con colores contrastados, preferiblemente rojo y amarillo.
– Empapa algodones en esencias o fragancias que tengas en casa (aceites o cremas corporales, esencias para la cocina -como la de vainilla-, etc.) y ofréceselos poco a poco a tu bebé para que explore nuevos aromas.
· 6-9 MESES
– Suele ser habitual que en esta etapa se empiece la alimentación complementaria, por lo que este hito también nos puede servir -¡y mucho!- para fomentar la estimulación sensorial. Por ejemplo, deja que toque y pruebe alimentos de diferentes texturas: gelatina, frutas, etc.
– Otra forma de explorar texturas es crear una pequeña caja con elementos que puedan explorar libremente: una esponja (que pude también mojarse para que experimenten la causa-efecto cuando la “estrujan”), papel arrugado o de diferentes tipos (celofán, burbuja, aluminio, etc.), fieltro, tela, algodón… ¡Hay muchísimas posibilidades!
· 9-12 MESES
– Crea “sonajeros” caseros: botellas sensoriales muy sencillas -y sonoras- que pueden estar rellenas de garbanzos, lentejas, habas, macarrones… Ahora que empiezan a dominar la motricidad fina, pueden ayudarte a introducir los elementos en la botella o frasco, experimentando así la textura diferente de cada uno. Una vez preparada, conviene sellar la botella con silicona para evitar que se pueda abrir si se la llevan a la boca.
Ø Fomenta el juego sobre elementos naturales como la hierba y la arena; y, si el tiempo lo permite, que experimenten la sensación de estar descalzos sobre cada tipo de suelo. De esta forma se va fomentando su capacidad de exploración y de conocimiento de lo que les rodea. ¡Ahora sí! Ten en cuenta que no a todos les gusta la sensación de la arena o la hierba las primeras veces…
Siempre desde una perspectiva lúdica, incorpora de vez en cuando estas actividades de estimulación sensorial. Pero, recordando, que es importante tener en cuenta el umbral sensorial de tu bebé, para evitar que se produzca una sobreestimulación.
