La percepción sensorial de los bebés se inicia mucho antes de su nacimiento: ya desde el útero, comienzan a desarrollar todos sus sentidos y, por tanto, se puede trabajar una estimulación auditiva y sensorial con el objetivo de activar y desarrollar todos estos sentidos, además de crear conexión y vínculo entre madre y bebé.
Dentro de la barriga ya existen un montón de “ruidos internos” que el bebé oye de forma constante (el latido del corazón, el funcionamiento de nuestro cuerpo, la circulación de la sangre…); pero también podemos brindarle estímulos externos que le ayuden a potenciar el desarrollo de su sentido auditivo. Para ello, la herramienta fundamental tanto antes como después del nacimiento va a ser nuestra voz.
La importancia de LA ESTIMULACIÓN AUDITIVA PARA TU BEBÉ
Los sentidos del bebé son la manera a través de la que nuestro pequeño irá conociendo el mundo y todo lo que le rodea. El oído, además, es un sentido que permanece “conectado” de manera permanente, por lo que recibe información de manera constante sin necesidad de que se realice un esfuerzo consciente para ello.
La estimulación auditiva, además, resulta un elemento crucial para el posterior desarrollo del lenguaje en los bebés: es la manera de enseñarles toda la amplia gama de sonidos que interviene en la facultad del habla, de forma que poco a poco vayan interiorizando ese conocimiento y desarrollando la capacidad del lenguaje.
Pero además, a través de la selección de estímulos sonoros adecuados (como la música, por ejemplo) se pueden conseguir múltiples beneficios; como, por ejemplo, crear un estado de tranquilidad y relajación en el bebé, reduciendo tensiones que puedan surgir en determinados momentos.
objetivos de la estimulación auditiva
Exponer al bebé a estímulos sonoros adecuados busca fomentar su potencial de desarrollo y ayudarle en la consecución de todas las etapas propias de este sentido. En el caso del oído podríamos hablar de:
- Detección del sonido
- Discriminación de los sonidos
- Dar un nombre al sonido
- Comprender el sonido en el contexto del lenguaje
Como siempre, se trata de estimular al bebé respetando sus tiempos de desarrollo ya que los hitos no se dan en un momento exacto igual para todos. No obstante, como guía, os dejo la evolución habitual de los bebés antes los sonidos, que puede servir como orientación en este desarrollo auditivo durante el primer año de vida:
- Recién nacido: puede ser ajeno a los sonidos de baja intensidad que se producen a su alrededor, pero un sonido alto y/o brusco le despertará o sobresaltará. En este momento, la voz materna será su estímulo más potente.
- 1-3 meses: empieza a buscar la procedencia de los sonidos, moviendo la cabeza ligeramente. Si el sonido le gusta puede mostrarlo con movimientos, agitando brazos o piernas.
- 4-6 meses: se inicia levemente una fase de imitación, normalmente a través del balbuceo o, incluso, “grititos” de emoción.
- 6-12 meses: buscará la fuente del sonido más activamente, sobre todo de forma lateral y hacia abajo.
- +12 meses: la búsqueda del sonido se amplía, mirando también hacia arriba y girándose para descubrir aquello que le interesa.
PROPUESTAS PARA UNA ESTIMULACIÓN AUDITIVA ADECUADA
Es importante tener dos cosas en cuenta a la hora de trabajar la estimulación auditiva de los más pequeños:
1- Se trata de estimular y no sobreestimular; por lo tanto, siempre debe realizarse manteniendo un volumen moderado y en momentos en los que el bebé esté receptivo.
2- Tu voz es la principal y más potente herramienta para la estimulación auditiva en el primer año. De hecho, muchos estudios empiezan a sugerir que la mayor fuente de estimulación de los bebés es, precisamente, escuchar a sus madres hablar…
Teniendo esto en cuenta, algunas propuestas para estimulación auditiva son:
- CONVERSAR: desde incluso antes de nacer. Va a ser el pilar a la hora de fomentar la adquisición del lenguaje, por lo que es importante hablar de forma calmada, cuidando la pronunciación e incluyendo diferentes matices en la entonación y la intensidad de la voz. En este primer año, especialmente en los primeros meses, conviene que el bebé pueda ver en todo momento quién habla, para ayudarle en la identificación de la procedencia del sonido. Y… ¿sobre qué hablar? ¡Sobre todo!: explícale cada cosa que realicéis juntos, anticípale lo que vendrá a continuación, cuéntale lo que observas o descríbele cosas nuevas con las que no está familiarizado. Todo ello hará le hará comprender mejor y progresivamente el mundo que le rodea.
- LECTURA: como extensión a la propuesta anterior. Leer historias y contar cuentos, les ayuda a trabajar la comprensión de los sonidos y la adquisición del lenguaje, además de resultarles tremendamente entretenido.
- SONIDOS CON ACOMPAÑAMIENTO VISUAL: primero con elementos sencillos (como por ejemplo un sonajero) y después con otros más diversos (muñecos de animales, relacionando su forma con la onomatopeya que realizan). ¡Esta estimulación ayuda a fomentar la asociación visual, sonora y de memoria!
- MÚSICA: ayuda, entre otras cosas, a desarrollar la atención y la concentración; y, por supuesto, colabora con el desarrollo del lenguaje y la comunicación. Experimentar con música suele contribuir también a que los bebés trabajen la creatividad y la imaginación.
- INSTRUMENTOS COMO JUGETES: incluir instrumentos musicales sencillos entre las opciones de juego es una opción muy interesante y una fórmula efectiva para proporcionar estímulos auditivos al bebé.
Con recursos básicos y juegos sencillos podemos trabajar una estimulación auditiva adecuada. Y para más ideas de materiales y actividades recordad que la escuelita online de Mi Otro Yo está a vuestra disposición ????