Una de las grandes dudas por las que suelen pasar las familias es si usar o no la postura boca abajo con sus bebés. Empecemos resolviendo una duda básica: si bien hay que respetar en todo momento el desarrollo y capacidades del bebé en cada etapa, desde el punto de vista pediátrico, fisioterapéutico, de neurodesarrollo y estimulación SÍ se recomienda que el bebé adopte esta postura progresivamente.
Esto tiene sentido, además de por los beneficios que aporta que también veremos dentro de un momento, porque debido al tipo de vida que tenemos en la actualidad se ha amplificado y extendido el uso de elementos como hamaquitas, maxi-cosis, etc., que nos permiten hacer cosas mientras el bebé descansa en una posición cómoda; pero que, por ello, en muchos casos hacen que estén en esta postura mucho más tiempo que en épocas anteriores, donde se suplía la ausencia de estos objetos con los brazos.
Esto no quiere decir que no se puedan usar estos elementos que, claramente, son de muchísima ayuda. Pero sí que conviene compensar su uso estimulando al bebé también en otras posturas para trabajar su tono muscular y evitar efectos indeseados como casos de plagicefalia o retraso leve en los hitos motores.
CONSIDERACIONES SOBRE EL BOCA ABAJO
Es importante tener en cuenta una serie de consideraciones para fomentar la postura en el bebé. Por ejemplo:
- La postura boca abajo solo se utiliza cuando el bebé está despierto y siempre con supervisión directa. La posición recomendada para dormir siempre será boca arriba, hasta que el bebé tenga movilidad autónoma y pueda variarla, si quiere, por sí mismo.
- Esta postura se debe practicar siempre de forma paulatina y progresiva, respetando las sensaciones y reacciones de los pequeños y sin forzarles.
- En las primeras semanas/meses no es necesario ponerles expresamente en esa posición: bastaría en aprovechar momentos como el cambio del pañal o el baño, cuando les vestimos y les desvestimos, para dejarles unos segundos boca abajo mientras les abrochamos la ropita, por ejemplo. Según vayan creciendo ya se podrá incorporar el boca abajo como parte del juego del pequeño, para potenciar su desarrollo motor pero siempre desde una perspectiva lúdica.
tres grandes beneficios del boca abajo
Fomentar la postura del boca abajo genera muchos beneficios para los bebés. Destaco los tres principales:
– Les ayuda a ejercitar musculatura que, desde la posición habitual de boca arriba es más difícil de trabajar; por ejemplo, resulta clave para que puedan fortalecer el cuello, algo necesario e imprescindible para adquirir, primero, el control de su cabeza; y para mejorarlo después.
– Contribuye a favorecer el desarrollo de articulaciones y espalda, que ayudarán a potenciar las habilidades propias del desarrollo motriz. Un ejemplo claro sería que consiguen un torso mucho más fuerte, que está mejor preparado para hitos posteriores como el volteo, la sedestación (sentarse) y el gateo.
– Y no solo se trata de trabajar musculatura. Gracias al boca abajo también se contribuye, por ejemplo, al desarrollo de la vista, ya que favorece el seguimiento visual y el control para la coordinación ojo-mano.
Consejos prácticos para triunfar con el boca abajo
Muchas familias suelen comentar lo que les cuesta a sus peques arrancar con esta postura y protestan cuando les dejan en la posición. Es muy importante tener en cuenta que en todo momento debemos respetar sus ritmos y, si no funciona como esperamos, buscar alternativas que se adapten a sus necesidades y con las que se sienta cómodo. De otra manera, estaríamos haciendo lo contrario de nuestro objetivo: sobreestimularlos…
Algunos consejos que podrían ser útiles para ir trabajando esta postura de forma respetuosa y agradable para todos, ¡incluido el bebé!
- Escoge buenos momentos: trata de evitar poner al bebé en esta posición cuando tiene hambre o sueño, por ejemplo, ya que se mostrará más irritable y menos receptivo.
- Empieza con intervalos muuuuy cortos: no se trata de que aguante boca abajo largos períodos desde el primer día. ¡Empezar con un un minuto o incluso segundos es ya un gran comienzo!
- No pienses que el suelo es la única opción, especialmente si le notas reacio a la postura. Con el tiempo, el objetivo sí será dejarlo en el suelo de cara a que tenga libertad de movimientos y exploración. Pero cuando empiezas con el boca abajo, especialmente si es una postura que no le gusta, puedes suavizarla de diferentes formas:
– Poniéndote tú de base, ya que estar piel con piel con nosotros siempre va a ser un aliciente. Si te tumbas o te recuestas, puedes ponerle boca abajo sobre ti, de forma que al levantar su cabecita pueda verte la cara ????
– También puedes empezar fomentando la postura al cogerlo en esa posición con tus propios brazos.
- Una vez que tolere y le guste la posición en el suelo, ¡ponte a su altura! Túmbate tú también boca abajo en el suelo frente a él: tenerte en el arco de visión le estimulará para controlar mejor su cuello.
- Coloca alguno de sus juguetes preferidos frente a él, ya que también será un incentivo para su vista y para mantener la postura.
La clave, entonces, está en respetar los tiempos y sensaciones del bebé; siempre buscando alternativas para hacer que disfrute y se sienta cómodo; además de incluir el juego como parte central del ejercicio, para que se trate de un momento lúdico que, sin embargo, también le esté aportando enormes beneficios para su desarrollo motor.